Hace poco he leído que el cerebro humano ha evolucionado para resolver problemas, de tal manera que si no los tenemos, los creamos. Eso es lo que estoy haciendo ahora. A un vecino, ganadero de vacas de leches, le habían regalado una cordera carranzana de cara negra ya que la madre la rechazó. Al parecer la oveja había parido trillizos, y al tercero le rechazó. El vecino en cuestión ha criado el animal a biberón y ahora, con tres o cuatro meses nos la ha regalado. Todo perfecto. ¿Los problemas? La cordera no está habituada a estar con más ovejas, y tiende a seguir a los humanos en lugar de sus semejantes. Para colmo las otras ovejas la «enseñan» la jerarquía del grupo. Paciencia.
Esta es la oveja: