Llevamos varios días de temporal, en la atmósfera y en mi estómago. Tras un mes de octubre inusualmente cálido noviembre ha llegado cargado de viento y agua, con lo que no queda otra que salir a la calle lo justo, dar de comer a los animales y poco más. La situación que muestran los mapas del tiempo es esta:
cuanto más azul más lluvia, lo morado ni te cuento. Así llevamos varios días y lo que nos queda.
Por si las inclemencias metereológicas no fuesen bastante, también estoy sufriendo inclemencias estomacales y recurriendo a las hierbas que tengo almacenadas. Para el estómago: infusiones de manzanilla y hierbaluisa.