Una vuelta por la huerta

Finales de octubre, en la huerta estamos en plena transición entre los productos de verano, com las últimas berenjenas y los pimientos que parece que este año no se acaban, y los de invierno como las coles en sus distintas clases, las habas que van naciendo en el bancal acolchado y las calabazas, que aunque crecen en verano su consumo es para el otoño-invierno.

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Tiempo de magosta

Por esos lares ( y por otros muchos) esta época del año es tiempo de magosta, o sea, juntarse alrededor de la lumbre para comer castañas asadas acompañadas por un poco de vino. Pero primero  hay que ir al monte, buscar un buen castañar (o castañalera, dicen por aquí)

buscar por el suelo los erizos,

y, sin pincharse recoger las sabrosas castañas

para comerlas bien asaditas

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Compota express

Seguimos recogiendo manzanas, un año de estos no va a quedar más remedio que ne ponga a hacer sidra.

Una manera de conservar las manzanas es en compota, para no complicarme mucho estoy usando el método que usaba con las ciruelas, o sea, pelar y trocear las manzanas, meterlas en tarros, añadir azucar a «ojímetro»,  cubrir con agua y cerrar bien los tarros. Se meten en la olla con agua y se dejan hirviendo unos veinte minutos y ya está, compota hecha y embotada.

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Fresas

Este año he tenido la tierra de las fresas con malla anti-hierbas, pero no me ha convencido demasiado, no ha habido hierbas (evidentemente) pero la tierra ha estado demasiadas veces demasiado seca, creo que sin un sistema de riego por goteo no merece la pena lo de la malla. Así que este año cambiamos, al tajo: primero cortar los estolones que han ido echando y que iba plantando en macetas:

después quitar la malla y plantar las plantas nuevas,

abonar con estiercol de conejo no demasiado freco,

y acolchar con periódicos y agujas de pino, según dicen las agujas de pino le vienen bien a las fresas al acidificar la tierra, cosa que a las fresas sienta bien, al fin y al cabo el origen de las fresas está en los bosques. Además, al ser los pinos de las dunas de Liencres quizá le den un toque «marino» a las fresas.

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Cuando las plantas hacen el trabajo

Desde que ando rondando en los últimos tiempos los libros de Fukuoka o los videos de Hazelip, me he ido fijando más en los cambios que naturalmente se van sucediendo en la huerta, por ejemplo, aquellas plantas que se auto-siembran, esta semana he podido ver como las borrajas o el perejil van naciendo sin intervención humana alguna, y es que si lo de la horticultura es bonito, sin agachar los riñones debe ser …

Las borrajas:

y el perejil:

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Setas

En esta época del año abundan por esta zona las setas, la verdad es que no me he atrevido nunca a recoger ninguna dado mi nul conocimiento de la meteria y el respeto que les tengo. Hoy he hecho unas fotos por si a alguien le suenan.

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Conejos e instinto (II)

Como anunciaba unos días en otro post, estaba a la espera de que una de las conejas primerizas pariese, lo ha hecho y todo ha ido como la seda, el instinto ha hecho su trabajo.

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Que come lo que me como

La alimentación de los conejos ha ido variando poco a poco en el tiempo que hace que los crio, al principio la base era el pienso (pellets) y materia verde como complemento, ahora es al revés, el pienso sirve para completar una dieta a base de hierba, malas hierbas, coles, a ser posible siempre recién recogida. De todo ello con lo que más disfrutan es con las coles, de todo tipo, cuando les toca esa comida apenas tocan el pienso y desperdician poquito. Cuando es sólo hierba desperdician bastante, lo que tampoco es desperdicio, ya que cae al gallinero para que las gallinas lo composten. A partir de esta época del año en que lo que más hay en la huerta es precisamente coles, los conejos es cuando menos pienso comen. Hojas de repollo, de coliflor, de coles de Bruselas, de colinabo, lo que sea, lo devoran. Y como complacerlos es fácil y gratis …

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Un año

Ha pasado ya un año desde que comenzó esta pequeña aventura de contar más o menos regularmente mis andanzas campestres en este blog, que debía ser una continuación de otro anterior, pero que se ha convertido en algo muy diferente. En este año, el número de más de 50.000 visitas que según wordpress ha tenido el blog ha superado cualquiera de mis más optimistas expectativas. Muchos de ellos han enriquecido el blog con sus comentarios, preguntas o consejos, muchos de ellos más interesantes que los post que comentaban. A todos ellos infinitas gracias.

Cuando comencé con la huerta hace unos años era un modesto trozo de terreno en el que plantar unos pocos tomates para las ensaladas veraniegas y recuperar los manzanos que había plantado junto a mi padre años atrás. Con el tiempo la huerta fue creciendo, aparecieron gallinas, conejos, gatos o perros, ha habido mil experimentos, algunos exitosos, la mayoría no. Y si las cosas van como uno piensa la cosa debe seguir creciendo en cantidad, calidad y diversidad, experimentando y fracasando mil veces para acertar una, pero espero poder seguir contándolo or aquí.

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El año de los pimientos

En los años que llevo haciendo huerta, ninguno los pimientos se han dado tan bien como en este. Una vez el congelador lleno de pimientos hay que buscar otras formas de conservarlos, una que se me ha ocurrido es fritos y en aceite.

Se ponen en una sartén a fuego entre suave y muy suave con un par de cabezas de ajo y se van dando vueltas hasta que se doran y ablandan. Una vez listos, se meten en el bote bien apretadiros, con los ajos y el aceite en el que se han frito, se cierra fuerte y listo.

 

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