Una de las decisiones que hay que tomar cuando se crían ovejas es decidir si se corta la cola o no. A favor de hacerlo está el que en la cola se puede acumular estiércol, ser fuente de infecciones y enfermedades y también, porque no decirlo hay un punto de estética. En contra, pues el evitar a los animales cierto estrés (poco, la verdad, en unas horas se les ha olvidado) y el mantener a los animales lo más cerca posible de su estado natural, de hecho para certificaciones de ganadería ecológica o la certificación Demeter, no se les puede cortar la cola. Yo estoy ligeramente más con los de cortar que con los de no cortar.
Mis ovejas no tienen cola, en primer lugar porque las primeras que compré no la tenían y así he seguido. Son estas:
Y así serían sin cortar la cola:
Para cortar la cola uso el método de las gomas elásticas, no me atrevo con el tradicional de ajustar una cuerda y cortar con navaja:
Dicho todo lo anterior, hay razas a las que soy partidario de no cortar la cola, más que nada porque no es necesario, como las razas nórdicas, por ejemplo las frisonas, que tienen «cola de rata», sin lana: