Febrero, quizá el mes en que la huerta está menos «fotogénica» quedan los restos de los últimos cultivos de invierno y aún no se han plantado-sembrado los de verano. Aún así, este año las coles están durando más que en años anteriores, quizá es que poco a poco voy aprendiendo a escalonar los cultivos mejor. El bancal que mejor pinta tiene es el de las berzas, puerros y habas:
las berzas son, de largo, el mejor cultivo de invierno para esta zona, productivas, sin enfermedades y resistentes al frío a la lluvia o al viento. Producen para el consumo humano y son excelentes para gallinas y conejos. Pues eso, que el año que viene habrá que plantas más.
Los repollos se han portado bastante bien, no son muy grandes pero no han tenido problemas de enfermedades como la hernia de la col:
Las coles de Bruselas se han comportado regular, la producción no ha estado mal, pero menor de lo esperado. Han sufrido con el viento, quizá para el año que viene haya que entutorar, al menos las variedades más altas:
Los colinabos han sido todo lo contrario, plantados hace una par de años como experimento, cada año son más gordos y más sanos. Además se conservan bien una vez arrancados. El problema es encontrar recetas para que haya algo de variedad:
Por último, y rompiendo la costumbre de años anteriores, llevo bastante adelantada la preparación de la tierra para las siembras primaverales: